Las medidas ideales de tu bicicleta

Lo ideal para tener la bicicleta perfecta sería un detallado estudio biométrico, sobre todo en los casos de ciclistas que hacen un gran número de kilómetros al año. Pero no todo el mundo puede acceder fácilmente a este tipo de estudios, ni puede invertir en cuadros de bicicleta hechos a medida, y por eso nosotros os daremos los conceptos fundamentales.

Aún así, no es tarea sencilla debido al gran número de parámetros a tener en cuenta: longitud de las extremidades (incluidos los brazos), altura total del ciclista, tipo de vías por las que se va a circular, uso o modalidad ciclista, kilometraje, preferencias del ciclista, etc. Una mala opción puede derivar en un menor rendimiento del ciclista, incomodidades o molestias e, incluso, lesiones como tendinitis, distrofias musculares, etc.

Normalmente los fabricantes venden sus bicicletas en una serie de tallas predefinidas y, en muchas ocasiones, el número de posibilidades es escaso. El comprador, con ayuda del vendedor con un poco de suerte, tendrá que analizar las medidas y geometría del cuadro, y deducir cuál de las tallas se aproxima más a la que sería la ideal. El problema principal surge cuando la talla correcta está en medio de dos, entre las propuestas por el fabricante, ¿cuál elegimos en ese caso?, ¿M o L?, ¿17 ó 19 pulgadas si la ideal sería una 18? ¿54 ó 56 cm?

Tomando medidas

En principio, resulta más fácil enmendar el error con una cuadro ligeramente pequeño que con uno algo grande, obvio; en el cuadro menor siempre podemos subir algo más la tija, adelantar el sillín o colocar una potencia algo más larga que las originales. Pero seamos precavidos, una bicicleta pequeña también puede comprometer, en determinados casos, la seguridad y el disfrute.

El procedimiento básico, para los usos más habituales, consiste en tomar la medida de la entrepierna en centímetros y multiplicar por un coeficiente, 0,65 para el caso de cuadros de bicicletas de carretera (nota: en bicicletas de montaña lo normal es encontrar las tallas de los cuadros en pulgadas. El coeficiente para este caso será de 0,21). Tomaremos la media del suelo a la entrepierna descalzos, colocando un libro entre las piernas y haciendo tope en el perineo. Lo haremos mejor apoyados en una pared. La media de la entrepierna se tomará en el extremo superior del libro (foto 1).

Ejemplos prácticos

La cifra resultante de la multiplicación se corresponde con la medida del eje del pedalier al tope del tubo vertical si es recto o la línea imaginaria de unión del inicio del tubo con la tija, siempre en paralelo al suelo (para los casos en los que el tubo horizontal no es recto, lo que se conoce como cuadro con "slooping").

Por ejemplo, para una medida de entrepierna de 82 cm, obtenemos una talla ideal de carretera de 53,3 cm. Lo normal es que los fabricantes de carretera tengan tallas 52 y 54 disponibles. En este caso, nos quedaríamos con la talla 54, aunque probablemente llevemos la tija no excesivamente alta. Luego habría que comprobar, dependiendo de la altura total del ciclista y la medida de sus brazos, cuál sería la longitud de la potencia ideal, ¿90, 100, 110, 120 mm? Lo ideal para decidirlo sería poder probar sobre el terreno con diferentes medidas de potencia (pieza que une la horquilla y el manillar).

En una bicicleta de montaña, la talla para el mismo ciclista sería 82 x 0,21 = 17.22 pulgadas (talla M para muchos fabricantes).

El ajuste del sillín

Otro parámetro importante es el ajuste de la altura del sillín. En este caso, la medida será igual independientemente del tipo de bicicleta. Para calcular la cifra en centímetros, bastará con multiplicar la medida obtenida de la entrepierna por 0,88. El resultado, por ejemplo 72 cm para una entrepierna de 82 cm, será la distancia desde el eje o centro del pedalier, a la base superior del sillín (foto 2). Por otra parte, el sillín debería posicionarse horizontal, con la punta recta, ni apuntando hacia arriba ni hacia abajo, perfectamente paralela al suelo.

Si hemos colocado bien la altura del sillín, la pierna quedará totalmente extendida si apoyamos el talón del pié en el pedal (foto 3). Con el pie en su posición de pedaleo, la extensión máxima de la pierna debe formar un cierto ángulo como en la imagen (foto 4).