Produce tu propia agua mientras pedaleas

Aunque suena a disparate es cierto, en un futuro muy, pero muy cercano podrás producir tu propia agua potable mientras pedaleas gracias a un dispositivo que opera mediante la energía solar y auella creada a través del pedaleo.


Básicamente es un pequeño refrigerador termoeléctrico que enfría la cámara superior mientras la inferior permanece templada para que la humedad pueda transformarse en agua debido a la condensación de la humedad del ambiente. Finalmente, el condensador está unido a la botella donde se almacena el agua limpia captada durante el trayecto en bicicleta.

La condensación se consigue mediante un motor que absorbe continuamente aire, haciéndolo pasar a través de un fino filtro formado por material hidrófugo. Al topar con las paredes del filtro, el vapor de agua resbala, haciendo chocar las diminutas partículas de agua, que se van acumulando hasta precipitarse al interior de la botella. Este filtro está preparado para dejar pasar el agua, pero no la suciedad ni los insectos que pueda llevar el aire. Para propulsar el motor, se emplea energía fotovoltaica, por lo que esta mágica botella es totalmente independiente, no necesita fuentes para llenarse, ni enchufes para cargarse.



Fontus puede producir medio litro de agua en una hora en casos de temperaturas de entre 30 y 40º; y de entre un 80 y un 90% de humedad. El dispositivo se instala sin mayor problema en el cuadro de la bicicleta, y dispone de un filtro para evitar que el polvo y los insectos entren en el mecanismo de la misma y puedan terminar en el agua.


“El agua es limpia a no ser que el aire esté realmente contaminado. Además, estamos pensando en producir una botella con un filtro de carbono para ciudades y áreas que puedan estar contaminadas, pero originalmente estaba creado para utilizarse en la naturaleza y en lugares de apenas contaminación”, explica Kristof Retezár.

La creación de este accesorio para bicis empezó a darse a conocer tras ser preseleccionado para los premios James Dyson 2014. Un primer prototipo que ha ido tomando cuerpo con el tiempo gracias al apoyo financiero recibido por parte del gobierno austriaco para el desarrollo de la parte técnica. Con el objetivo de crear agua potable a través del pedaleo de la bicicleta, el inventor quiere llegar más lejos para que Fontus pueda convertirse en un dispositivo que ayude a evitar la escasez de agua en zonas marcadas por ese déficit.

Kristoff Retazár empezará con el lanzamiento de un crowdfunding para cubrir el coste de Fontus a gran escala, ya que la idea es mantener el coste de los dispositivos por debajo de 100 dólares. Si todo este proceso sigue los pasos marcados, Fontus estará a la venta en menos de un año.





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