Cuando los ruidos no vienen solos II

El día miércoles 010 de febrero de 2016 publicamos un artículo titulado "Cuando los ruidos no vienen solos", en le cual se señalan los pasos a seguir para descartar ruidos extraños en la bicicleta.

En el tiempo transcurrido y gracias a consultas que nos han sido realizadas por compañeros de ruta, hemos logrado encontrar un para de procedimientos adicionales para el descubrimiento del origen y la eliminación de los molestos crujidos.

El primer procedimiento consiste en bajar al mímimo la altura del sillín y empezar a pedalear en en
algún camino similar a aquél en el que se producían los crujidos. Si el sonido desapareció entonces ya tienes al culable: La tija. bastará con extraerla, limpiarla prolijamente, engrasarla y volver a colococarla, pero esta vez ligeramente más arriba o más abajo (+/- 1 mm) del lugar em el que se encontraba.

Si terminaste de hacer todo lo señalado en el artículo anterior y los pasos indicados en el párrafo precedente, entonces ya tienes al responsable. Se trata de un sillín rajado en  su parte interna, que también produce los crujidos a los que hacemos mención por lo que, de no haber desaparecido completamente todos los ruidos extraños de la bicicleta, lo mejor es proceder a cambiar el sillín y los ruidos desaparecerán como por encanto.


El dolor es temporal. Abandonar dura para siempre

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